
Formador: una guía en tu camino en el Cumbres
En el camino escolar de alumno del Cumbres, hay una figura clave que deja huella: el formador. Más que un supervisor, es un acompañante cercano y una guía que impulsa el crecimiento integral de los alumnos, ayudándolos a descubrir su mejor versión.
Un m
odelo en el día a día
El formador enseña con el ejemplo. A través de la atención individual y grupal,
promueve la disciplina desde un enfoque formativo y fomenta valores que ayudan a los alumnos a conocerse mejor,
autorregularse y madurar, siempre reconociendo la dignidad propia y la de los demás.
Cuidar y generar confianza
La intervención del formador se basa en los principios del Plan de Ambientes Seguros. Su misión es crear espacios donde los alumnos se sientan cuidados, seguros y alegres, favoreciendo un aprendizaje que va más allá de los libros.
Una formación con fe y alegría
El formador también anima los alumnos a participar en la vida litúrgica y sacramental,
integrando la fe como parte esencial del proceso formativo.
Su tarea es construir ambientes llenos de confianza, alegría y sentido de comunidad.
Impulsar a crecer
Más allá de lo académico, el formador motiva a los alumnos a participar en acciones pastorales y formativas que enriquecen su vida y consolidan su desarrollo integral.
👉 El formador es, al mismo tiempo, un acompañante y una guía. Está presente en el día a día, inspira con su ejemplo y ayuda a que cada alumno viva una experiencia escolar llena de aprendizaje, valores y fe.